viernes, 27 de diciembre de 2013

¿QUÉ HACER EN CASO DE INCENDIO?


“No acepto de dicho texto la expresión infamante ni la descalificación, disfrazada con un fallido intento de ironía. No acepto el insulto gratuito, respaldado por el velo vil del anonimato que concede un seudónimo. No acepto que alguien ofenda a uno de los nuestros, menos aún si ha muerto. Es un principio de antigua data. Creo, sí, que se puede y debe usar la pluma para denunciar, pero con el raro atributo de la inteligencia, con el nombre de quien escribe como firmante y sin el oportunismo de la muerte del acusado. Hacer lo contrario no merece otra explicación que el temor que todavía infunde el ausente”
N. F.

“Y como títeres culeados Marín, P. Navia y el telonero Maqueira
lloraban pasando por las rajadas aguas”
Los Países Muertos – Raúl Zurita

“…bajé los ojos humildemente, como un pajarillo herido, e imaginé ese fundo en donde la literatura sí que era un camino de rosas y en donde el saber leer no carecía de mérito
y en donde el gusto primaba por encima de las necesidades y obligaciones prácticas…”
Nocturno de Chile – Roberto Bolaño


1) Bibliofilia. A veces quisiera ser Moisés y salir, de ternero impoluto y con toda la prepo, a recitarme de algún libro del Pentateuco o el libro de Job en plena plaza pública. Lo digo en serio. Con la gota cayendo, resbalando por la patilla, asumiría mi posición de admirador de los tonos mayores del catolicismo (aquellos que dibujara tan bien De Rokha). A partir de eso, de mi supuesta performance religiosa, el chiste al culto es irremediable; entre otras cosas, porque soy un convencido de que el concepto de “religiones modernas” guarda siempre un dejo de ironía y porque hay más literatura que revelación, en el libro aludido.

2) El acto anónimo es un acto sin nombre. Que el Lazarillo de Tormes sea anónimo, realza su carácter de universal.

3) Virtual sit-in. Knowledge is free. We are Anonymous. We are Legion. We do not forgive. We do not forget… Expect us! (desde 4chan con una pancarta de Benedetto Croce). 

4) Derrideana. ¿Y ahora qué? ¿Qué queda después de decir tanto? Solo queda asumir las aporías como medallas de vino. Si el mentado personaje era todo y nada a la vez, preocupémonos del material noético y armemos una lista. Lo demás, al decir de Zambra, es literatura. Pero que quede claro: ni decoloración, ni decoración: DECONSTRUCCIÓN se llamaba la canción.

5) Forever Alone. Sigamos leyendo literatura por internet y construyamos castillos discursivos inasibles, pareciera decir la perorata. No a la literatura soez, no a los opúsculos a mano armada: si a la participación silenciosa, a la literatura amena, a las lecturas morales. Hay que privilegiar las buenas costumbres y la buena dicción. No a la lectura del paredón, no a la poesía enrejada entrelíneas. La muerte llama a la impunidad y todo ese rollo absurdo: en pro de la producción, contra la contrariedad. Sí a la literatura sanitaria, no a los rayados del wáter.
Importantes son los amiguismos: el síndrome bolaño es una herencia genética. Determinantes son los certificados: el que nada estudia, nada tiene.
La creatividad ya no existe. Todo se ha escrito, el barco ya se hunde, la nave capota, hemos perdido la batalla. Nadie plagia a nadie, solo escriben palimpsestos parafraseados y recontrarumiados por cuanto gil escribió antes.
Nuestra estocada fue “un intento fallido de ironía”. Es fácil confundir la ironía con la parodia, por ese lado se entiende, hay una discapacidad generacional de los nacidos en los 60´. Lo del intento, es de perseverante y lo de fallido es de fallado… en todo caso: ¿dónde está Ignacio Valente cuando se le necesita?

6) Las amarillas de publiguías. Y nadie levantó la voz cuando se publicaron los dichos contra el burócrata de Marcone, cuando se reclamó con audacia contra las clases de Literatura Hispanoamericana, cuando se denunciaron las dictablandas de algunos ayudantes perdidos en acción. Incluso se pasó por alto cuando, contra el mismo sentido común, respaldamos la decisión arbitraria de Hugo Cifuentes de no hacer clases, porque un care wea se le ocurrió bostezar en su presencia. Nadie recuerda cuando se hacían sátiras porque Daniel Lagos no llegaba a hacer clases o cuando algunos profesores, dejaban que sus ayudantes realizaran las clases y ATENCIÓN, hicieran y revisaran también las pruebas.
¿Y qué me dicen de la ya mítica Sopaipilla aceitosa, de las semillas de marihuana o de la postal de la monja haciéndose cariño? ¿Ya se les olvidó?
¿Se acuerdan de la nota en nombre de Javier Pérez Chávez, estudiante de Terapia Ocupacional, muerto el 2011? ¿Recuerdan los lamentos por la situación del performático joven de apellido Soto, que hacía huelgas de hambre hasta porque subían los precios en el Roma? ¿Alguien cachó cuando arremetimos contra el otrora campeón del pueblo y meses después cayó por su propio peso? ¿Alguien sacó la voz, alguien hizo uso de la democracia?
Nadie se acuerda y ahora nos echan los perros, hambrientos de reconocimiento oportunista, abigarrados de fingida moralina.
No necesitamos fama, necesitamos alimento y más armas (discursivas).

7) Del logocentrismo al lococentrismo. Esto va en serio, en Siria, en serie: Disculpas públicas para ti. Disculpa si me excedí, si mostré demasiado el balón. Pensé que podía tirar el centro y también cabecearlo, siendo un simple portero. Ojalá que no trunque tu carrera en la cacademia, ojalá que no ganes enemigos porque les salpicó caca con mi ventilador. Que el móvil, la inspiración, el asunto literario no pese más que el texto mismo. Cuando quieras me rajo con un completo J Disculpas, de verdura.

8) Terrorismo blanco. La institucionalización del discurso es violenta. Te apuesto a que si publicara en la “La novísima nueva Fénix”, en el Facebook de “Texto Vendido” y no en la ordinaria “Biblioteca Satánica”, otro gallo cantaría.
De lo que se trata es de poner ojo a la intracarrera: que los Raimundos Nenén no tengan que ser apreciados en otros nichos porque por acá se les tilda de orates. Que los Danieles Toros no deban cargar con la cruz de una mala calificación porque no hay mediciones, ni huevos que validen su tesis. Que los Diegos Ibacetas, las Bestias y cualquiera otro futuro mártir del Roma o de la oficialidad, no deban sucumbir ante el arbitrio de un juez con un mal día, o bien,  ante otros sesgos cognitivos de la edad.

9) Confundir la gordura con la hinchazón. En la mañana cuando venía en el auto sthh! se me atravesó un perro. Venía atrasado pero igual me detuve. Era una cagá chica: sthh! patas cortas, 3 pelos en el lomo y rulos de huaipe. Moví el auto justo pero lo pasé a llevar con una de las ruedas traseras. Me bajé como pude sthh! y lo subí al cacharro. En cinco minutos ya estaba en el veterinario y el quilterrier estaba enyesado hasta el cuello wn sthh! No hubo opción y me lo tuve que llevar. Imagínenme: manejando con premura por la costa pero con mi fermoso jamelgo de copiloto. Bueno, hasta que me cagó el asiento y abjurando más que don Quijano, me devolví para entregarlo en adopción… a todo esto: ¿sabían que a mí me decían el martillo cuando cabro? Cabeza chica y el mango largo.

10) Principio de nueva data. La parodia es también un paraodiar.

(aquí el autor, al igual que Balmaceda, pide asilo en la Legación Argentina y se pega un balazo. Después, cobra su seguro de Vida y se va a la Costa Azul a costa de la movida en la Cuenta –secreta- en un Banco Suizo).

lunes, 23 de diciembre de 2013

ENTREVISTA A MANUEL HERRERA/LILITH BÍBLICA (2da parte)

Entre los escollos ambientales de la cerveza y del ruido que se asoma por la puerta metálica, continuamos la segunda parte de la entrevista asentados en un rincón de privilegio: con vista al mar del Roma en incipientes hordas de olas que se forman conforme pasan los minutos.
El arte de despotricar es lo que emprende Lilith Bíblica en esta ocasión, quizás un personaje ficcional, tipo social y literario,  que se valida en torno a lo carnavalesco, sobre un sentido común trunco, anómalo que invoca al miedo del reprimido, a la homofobia curricular de algunos profesores que transitan por el pasillo mientras ejecuta su acto. Un guerrillero del símbolo, Mikaelo en colalees, Malincho promoviendo el cuerpo como zona de combate, donde se arroja contra la oficialidad asquerosa de Rolando Jimenez;  de algún pendejo maraco tomándose un tecito con Pablo Simonetti. En fin, matando Zombies en serie, repetidores del estado homosexualizador, locas del lujo, maricones promotores del ghetto y las figuritas de una Sodomía de cuatro paredes, de papeleo caquero.


PERSA: ¿Quién es Manuel Herrera?

LILITH BÍBLICA:    Es difícil porque ya no me visualizo bajo ese nombre. Mi personaje se llama Lilith Bíblica y tiene que ver con la mujer que no habría aceptado la posición del misionero, por lo tanto el barbudo la expulsó del paraíso. Lo que hizo la cultura machista fue condenarla a la figura de la vampira, esa vampira loca que está todo el tiempo chupando cuellos,  adquiriendo el mismo carácter del cuco: cuando los niños no querían comer... había que  llamar a Lilith.  En rigor, es una mujer que se atrevió a decir “no me gusta esto, me gusta esto otro”. Además que el mito de Eva de Lilith, dice que ella no fue sacada de la costilla de Adán,  sino que dios creó al hombre y a la mujer.  Igual hay muchos de nombre Lilith,  pero le quise dar el apellido de Bíblica.

PERSA: ¿Y tú sientes con convicción que eres esa persona?

LILITH BÍBLICA:    Es parte de mí, pero no es todo.

VASCO: Es como un arma, desde esa perspectiva, un personaje, un desdoblamiento, un alterego.

PERSA: Si pensamos en los ’70,  es como cuando un militante en la clandestinidad se ponía chapa: un Felipe que se ponía Julio y tenía toda una identidad distinta, un alterego suyo y que seguramente hubo harto de esa ficcionalización que hacían los militantes de sí mismos, creando otro personaje..  ¿podría ser una homologación de eso?

LILITH BÍBLICA: Claro, porque la respuesta inmediata es un desdoblamiento y porque lo ven desde todas partes, muchas películas. Pero es que no sé si solo pretenda Lilith, creo que hay mucho más, está Manuel Herrera, pero hay mucho más.

VASCO: A nivel de referentes: ¿Que artista conoces que estén haciendo cosas que apunten en la misma dirección que tú? Desde la prehistoria, Pedro Lemebel y Francisco Casas en la Yeguas del Apocalipsis hasta hoy en día con Hija de Perra.

LILITH BÍBLICA: En estricto rigor, no es un artista pero cuando alguien decide ir a un set de televisión, como el caso de José Carlos, da entrevistas a un diario y habla sobre la prostitución y realiza una performance mediática, un qué decir y un cómo decirlo. Hay teatralización en la forma pero no en el contenido. Para mí si es un referente. Lo recuerdo en “Más vale tarde” desafiando al heteronormativo del Álvaro Escobar, incluso a supuestos defensores de la disidencia como Rolando Jiménez o el mismo Pablo Simonetti.

VASCO: En ese sentido, ¿qué opinas de Rolando Jiménez?

LILITH BÍBLICA: Más que opinar es dar a conocer hechos: un aparente de deseo de visibilizar a toda la disidencia sexual, que solo se concreta en la visibilización del homosexual heterosexualizado, pretendiendo darle un toque de intelectualidad. En la franja de Tomás Jocelyn-Holt, por ejemplo, aparece un gay hablando con la papa en la boca, pidiendo por sus derechos y hablando sobre el “Gobierno Militar”.  Ahí el discurso se va al demonio y la lucha por la resemantización se transforma en una lucha de clases. De algún modo nosotros luchamos contra el gay de clase alta, ese que no nos permite desear, porque ese gay de la clase alta hará todo lo posible para que yo no entre en sus discos de Reñaca o de Viña y los únicos que entrarán son los travestis que han vendido su alma al diablo, aceptando que solo son objetos de sátira.

VASCO: ¿Y qué otro referente?

LILITH BÍBLICA: Hija de Perra. Hay una imagen de ella dando una conferencia en la Universidad de Chile, con Andrés bello de fondo, dándole sentido a esa frase de ocupar los lugares que nadie piensa podrías ocupar.  Además que ella misma apunta a la indeterminación. Nadie sabe qué es, oponiéndose a la clasificación de la sociedad heteronormativa. También está Claudia Rodriguez, declarada travesti, por ser algo más transgresor, pero que en rigor sería transexual.

PERSA: ¿Cuál es la diferencia?

LILITH BÍBLICA: Transexual es aquel que se siente atrapado en un cuerpo que no le corresponde, biológicamente hablando.  Ahí puede cambiar su cuerpo por procesos de hormonización y de manera – a mi juicio dramática- a través de una operación. Aunque yo propugno otra cosa.

PERSA: ¿Qué cosa?

LILITH BÍBLICA: Yo eventualmente estaría dispuesto a cambiar mi identidad, pasar a mina pero manteniendo mi pene y no implantarme pechos.

VASCO: ¿Por qué?

LILITH BÍBLICA: Porque me parece que ahí es donde uno acepta las prótesis del neoliberalismo.  Es curioso, pero si piensas en los lugares que habilitan a los homosexuales, todos nacen sobre la base de intereses capitalistas, disfrazados de under pero capitalismo al fin y al cabo. Marginales en un espacio asfixiado.
VASCO: …marginales y de visita

LILITH BÍBLICA: Sipo… es el capitalismo el que nos desprecia y al que le conviene seguir teniéndonos como marginales, como esos tontos que levantan las banderitas de la diversidad sexual y que piensan que teniendo barrios exclusivos que son lo más que hay. Finalmente esos barrios exclusivos son ghettos, que solo dan a conocer que viven en un pequeño espacio de aparente libertad.

PERSA: Un poco para finalizar… ¿vamos a conocer a Lilith Bíblica en la cotidianeidad? ¿La vamos a ver caminando por los pasillos de la U? ¿En la fila del Casino, en la biblioteca estudiando?

LILITH BÍBLICA: Mi desafío inmediato es hacerlo antes de que termine el año. Yo lo necesita, ustedes lo necesitan, bueno, no sé si lo necesitan. Ese es mi desafío para ver qué tan chorito soy. Me interesa recibir con todo, la virulencia de discriminación. Si bien la he vivido porque era amanerado, nunca me he enfrentado a que alguien me quiera pegar por vestirme de una manera.

PERSA: ¿Crees tú, por ejemplo, en comparación con el que se tatúa, que tu cuerpo es tu propio lienzo?

LILITH BÍBLICA: Bueno, en este proceso que he vivido he tratado de irme desprendiendo de eso llamado ego. Al principio mis sueños eran YO tener algún tipo de organización pero ahora sé que es más importante ser parte de una organización mayor, sin pensar en el lugar que ocupe. El cuerpo es parte de ese mecanismo de lucha, mi cuerpo está al servicio…

VASCO: ...es una zona de combate

LILITH BÍBLICA: Sipo, además que lo tapamos tanto... Es mejor que si lo mostramos, sirva para algo.

Y se me viene a la mente Lamborghini y su órgano metafórico…

“El cuerpo tiene un órgano metafórico
es el lugar de todas las transmutaciones
es el lugar poético por excelencia, el ano
en ese sentido que es el lugar
donde el niño y la niña
se encuentran todavía, subrayando todavía
sin el corte, sin la diferencia de los sexos.”

El ano como símbolo de vida, un emblema religioso en toda la amplitud del término; no el lugar yermo y esteril, el patio trasero donde se dejan los desperdicios y al que rendirían culto estos patologizados.
            Sellamos la conversación y me atrevería a decir que todos tuvimos algo sobre lo que pensar, o por lo menos yo, que recordé ese culito andrógeno que el mismo Francisco Casas –vestido de monja- comería a mordiscos,  a la María Olga de Vicente Huidobro que bien podría haber sido propuesta como Shemale  o la imagen de Oscar Wildo, disfrazado de la Reina de Inglaterra, esperando tentar a Lilith Bíblica o a Manuel Herrera en alguna esquina oscura de Playa Ancha.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

CRÓNICA DE UNA MUERTE ACOMODADA

 “Puede que nunca tenga un colega 
que necesite de mí 
pero me bastan mis enemigos 
por ellos puedo vivir”

El Perro Salvaje – LPR

Nací en 1989, año en que se desarma toda una época. Cae el muro de Berlín, muere Salvador Dalí y comienza la interminable transición a la democracia. Mi generación está determinada por la plenitud de los años 90 y los incipientes logros deportivos de un período que comenzaba a saborear las virtudes virtuales de la globalización.
Pero yo nací en una provincia, por lo que el avance y los beneficios de la aldea global fueron posteriores e incluso inexistentes. Durante la misma época inicié mis estudios en un colegio de los legionarios de Cristo, lo que convirtió mi estadía en una provincia y en un colegio del ejército de Dios en una especie de doble introexilio: una provincia que sirvió de bodega para las entidades portuarias de ese entonces -un patio trasero- y un colegio que se aislaba del acontecer y de las nuevas discusiones educacionales post dictadura.
A mis compañeros, los recuerdo con cariño. Existe una cantidad interminable de anécdotas en mi generación, hecho que atribuyo a la neurosis dentro del colegio y no a la buena onda juvenil. Nuestra salida de la burbuja fue lenta pero algo violenta. Época sana, de poca marihuana, poco alcohol, poco sexo pero de excesiva carga política, o por lo menos para mi círculo cercano. Buenos años de pingüino, marcados por la beligerancia escolar del 2006 durante el gobierno de la señora Parchelet, como le llamábamos en ese entonces, que logró alborotar la tranquila provincia de San Antonio, logrando paralizar la totalidad de los establecimientos educacionales de nuestro puerto, hecho que seguramente nunca más se volverá a repetir.
Hoy, a casi 7 años de nuestro egreso e ingreso al mundo universitario, he sido testigo del “avance” de mis compañeros. Nada personal con la figuración pública, con el materialismo moral o militancias recalcitrantes en el Neoliberalismo. Mi problema es la solemnidad, mi complicación del alma es la flema: esa apatía que trae consigo el avance material y consecuente retroceso psicológico. La anulación y desconocimiento de la voluntad de webeo de antaño es lo que me preocupa. En fin, la falta de memoria resultado de pretender vivir, de abrazar la adultez ahora sí que sí.
Yo por lo menos trabajo en lo que estudiaba hace casi 4 años, entre ayudantías, inducciones universitarias, reemplazos, clases particulares y trabajo propiamente tal. Pero todo ha seguido igual, no ha cambiado mi trato, amigos, ni aspiraciones. ¿Es que estuve estudiando junto al enemigo o es solo la obnubilación de tener fluidez monetaria?
      Quizás mi problema sea con los medios y su promoción de plataformas virtuales del parecer. Recuerdo a un primo, prevencionista de riegos, que luego de titularse viajó a Suiza a buscar pega y apenas encontró, se mostró, vía Facebook, posando con fajos de billete, a lo colono, al más puro estilo de un lanza internacional. Y es que un título profesional no es certificado de una persona educada, por el contrario, es solo un certificado de limitación (como decía Huidobro).
En mi caso, ad portas de terminar mi tesis, pero con mucha docencia en el cuerpo, creo que no accederé a un automóvil a menos que lo necesite mi familia (¿para qué? vaya a saber uno), no me fotografiaré disfrutando de las virtudes del dinero, no hablaré de mi escalada en alguna jerarquía laboral; porque no me interesa promoverme como chupa pico, porque lo encuentro Cuma, porque no lo necesito y porque creo que todo profesional, con título en mano o capacidad de ejercicio, debería ligarse a una obra social y aprovechar sus fuerza económicas para revertir el status quo, quizás por el imperativo de la generación Y, tal vez por la simple decencia de mancomunar proyectos que agiten esta pesquera maloliente que nos vio nacer.

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