viernes, 27 de diciembre de 2013

¿QUÉ HACER EN CASO DE INCENDIO?


“No acepto de dicho texto la expresión infamante ni la descalificación, disfrazada con un fallido intento de ironía. No acepto el insulto gratuito, respaldado por el velo vil del anonimato que concede un seudónimo. No acepto que alguien ofenda a uno de los nuestros, menos aún si ha muerto. Es un principio de antigua data. Creo, sí, que se puede y debe usar la pluma para denunciar, pero con el raro atributo de la inteligencia, con el nombre de quien escribe como firmante y sin el oportunismo de la muerte del acusado. Hacer lo contrario no merece otra explicación que el temor que todavía infunde el ausente”
N. F.

“Y como títeres culeados Marín, P. Navia y el telonero Maqueira
lloraban pasando por las rajadas aguas”
Los Países Muertos – Raúl Zurita

“…bajé los ojos humildemente, como un pajarillo herido, e imaginé ese fundo en donde la literatura sí que era un camino de rosas y en donde el saber leer no carecía de mérito
y en donde el gusto primaba por encima de las necesidades y obligaciones prácticas…”
Nocturno de Chile – Roberto Bolaño


1) Bibliofilia. A veces quisiera ser Moisés y salir, de ternero impoluto y con toda la prepo, a recitarme de algún libro del Pentateuco o el libro de Job en plena plaza pública. Lo digo en serio. Con la gota cayendo, resbalando por la patilla, asumiría mi posición de admirador de los tonos mayores del catolicismo (aquellos que dibujara tan bien De Rokha). A partir de eso, de mi supuesta performance religiosa, el chiste al culto es irremediable; entre otras cosas, porque soy un convencido de que el concepto de “religiones modernas” guarda siempre un dejo de ironía y porque hay más literatura que revelación, en el libro aludido.

2) El acto anónimo es un acto sin nombre. Que el Lazarillo de Tormes sea anónimo, realza su carácter de universal.

3) Virtual sit-in. Knowledge is free. We are Anonymous. We are Legion. We do not forgive. We do not forget… Expect us! (desde 4chan con una pancarta de Benedetto Croce). 

4) Derrideana. ¿Y ahora qué? ¿Qué queda después de decir tanto? Solo queda asumir las aporías como medallas de vino. Si el mentado personaje era todo y nada a la vez, preocupémonos del material noético y armemos una lista. Lo demás, al decir de Zambra, es literatura. Pero que quede claro: ni decoloración, ni decoración: DECONSTRUCCIÓN se llamaba la canción.

5) Forever Alone. Sigamos leyendo literatura por internet y construyamos castillos discursivos inasibles, pareciera decir la perorata. No a la literatura soez, no a los opúsculos a mano armada: si a la participación silenciosa, a la literatura amena, a las lecturas morales. Hay que privilegiar las buenas costumbres y la buena dicción. No a la lectura del paredón, no a la poesía enrejada entrelíneas. La muerte llama a la impunidad y todo ese rollo absurdo: en pro de la producción, contra la contrariedad. Sí a la literatura sanitaria, no a los rayados del wáter.
Importantes son los amiguismos: el síndrome bolaño es una herencia genética. Determinantes son los certificados: el que nada estudia, nada tiene.
La creatividad ya no existe. Todo se ha escrito, el barco ya se hunde, la nave capota, hemos perdido la batalla. Nadie plagia a nadie, solo escriben palimpsestos parafraseados y recontrarumiados por cuanto gil escribió antes.
Nuestra estocada fue “un intento fallido de ironía”. Es fácil confundir la ironía con la parodia, por ese lado se entiende, hay una discapacidad generacional de los nacidos en los 60´. Lo del intento, es de perseverante y lo de fallido es de fallado… en todo caso: ¿dónde está Ignacio Valente cuando se le necesita?

6) Las amarillas de publiguías. Y nadie levantó la voz cuando se publicaron los dichos contra el burócrata de Marcone, cuando se reclamó con audacia contra las clases de Literatura Hispanoamericana, cuando se denunciaron las dictablandas de algunos ayudantes perdidos en acción. Incluso se pasó por alto cuando, contra el mismo sentido común, respaldamos la decisión arbitraria de Hugo Cifuentes de no hacer clases, porque un care wea se le ocurrió bostezar en su presencia. Nadie recuerda cuando se hacían sátiras porque Daniel Lagos no llegaba a hacer clases o cuando algunos profesores, dejaban que sus ayudantes realizaran las clases y ATENCIÓN, hicieran y revisaran también las pruebas.
¿Y qué me dicen de la ya mítica Sopaipilla aceitosa, de las semillas de marihuana o de la postal de la monja haciéndose cariño? ¿Ya se les olvidó?
¿Se acuerdan de la nota en nombre de Javier Pérez Chávez, estudiante de Terapia Ocupacional, muerto el 2011? ¿Recuerdan los lamentos por la situación del performático joven de apellido Soto, que hacía huelgas de hambre hasta porque subían los precios en el Roma? ¿Alguien cachó cuando arremetimos contra el otrora campeón del pueblo y meses después cayó por su propio peso? ¿Alguien sacó la voz, alguien hizo uso de la democracia?
Nadie se acuerda y ahora nos echan los perros, hambrientos de reconocimiento oportunista, abigarrados de fingida moralina.
No necesitamos fama, necesitamos alimento y más armas (discursivas).

7) Del logocentrismo al lococentrismo. Esto va en serio, en Siria, en serie: Disculpas públicas para ti. Disculpa si me excedí, si mostré demasiado el balón. Pensé que podía tirar el centro y también cabecearlo, siendo un simple portero. Ojalá que no trunque tu carrera en la cacademia, ojalá que no ganes enemigos porque les salpicó caca con mi ventilador. Que el móvil, la inspiración, el asunto literario no pese más que el texto mismo. Cuando quieras me rajo con un completo J Disculpas, de verdura.

8) Terrorismo blanco. La institucionalización del discurso es violenta. Te apuesto a que si publicara en la “La novísima nueva Fénix”, en el Facebook de “Texto Vendido” y no en la ordinaria “Biblioteca Satánica”, otro gallo cantaría.
De lo que se trata es de poner ojo a la intracarrera: que los Raimundos Nenén no tengan que ser apreciados en otros nichos porque por acá se les tilda de orates. Que los Danieles Toros no deban cargar con la cruz de una mala calificación porque no hay mediciones, ni huevos que validen su tesis. Que los Diegos Ibacetas, las Bestias y cualquiera otro futuro mártir del Roma o de la oficialidad, no deban sucumbir ante el arbitrio de un juez con un mal día, o bien,  ante otros sesgos cognitivos de la edad.

9) Confundir la gordura con la hinchazón. En la mañana cuando venía en el auto sthh! se me atravesó un perro. Venía atrasado pero igual me detuve. Era una cagá chica: sthh! patas cortas, 3 pelos en el lomo y rulos de huaipe. Moví el auto justo pero lo pasé a llevar con una de las ruedas traseras. Me bajé como pude sthh! y lo subí al cacharro. En cinco minutos ya estaba en el veterinario y el quilterrier estaba enyesado hasta el cuello wn sthh! No hubo opción y me lo tuve que llevar. Imagínenme: manejando con premura por la costa pero con mi fermoso jamelgo de copiloto. Bueno, hasta que me cagó el asiento y abjurando más que don Quijano, me devolví para entregarlo en adopción… a todo esto: ¿sabían que a mí me decían el martillo cuando cabro? Cabeza chica y el mango largo.

10) Principio de nueva data. La parodia es también un paraodiar.

(aquí el autor, al igual que Balmaceda, pide asilo en la Legación Argentina y se pega un balazo. Después, cobra su seguro de Vida y se va a la Costa Azul a costa de la movida en la Cuenta –secreta- en un Banco Suizo).

lunes, 23 de diciembre de 2013

ENTREVISTA A MANUEL HERRERA/LILITH BÍBLICA (2da parte)

Entre los escollos ambientales de la cerveza y del ruido que se asoma por la puerta metálica, continuamos la segunda parte de la entrevista asentados en un rincón de privilegio: con vista al mar del Roma en incipientes hordas de olas que se forman conforme pasan los minutos.
El arte de despotricar es lo que emprende Lilith Bíblica en esta ocasión, quizás un personaje ficcional, tipo social y literario,  que se valida en torno a lo carnavalesco, sobre un sentido común trunco, anómalo que invoca al miedo del reprimido, a la homofobia curricular de algunos profesores que transitan por el pasillo mientras ejecuta su acto. Un guerrillero del símbolo, Mikaelo en colalees, Malincho promoviendo el cuerpo como zona de combate, donde se arroja contra la oficialidad asquerosa de Rolando Jimenez;  de algún pendejo maraco tomándose un tecito con Pablo Simonetti. En fin, matando Zombies en serie, repetidores del estado homosexualizador, locas del lujo, maricones promotores del ghetto y las figuritas de una Sodomía de cuatro paredes, de papeleo caquero.


PERSA: ¿Quién es Manuel Herrera?

LILITH BÍBLICA:    Es difícil porque ya no me visualizo bajo ese nombre. Mi personaje se llama Lilith Bíblica y tiene que ver con la mujer que no habría aceptado la posición del misionero, por lo tanto el barbudo la expulsó del paraíso. Lo que hizo la cultura machista fue condenarla a la figura de la vampira, esa vampira loca que está todo el tiempo chupando cuellos,  adquiriendo el mismo carácter del cuco: cuando los niños no querían comer... había que  llamar a Lilith.  En rigor, es una mujer que se atrevió a decir “no me gusta esto, me gusta esto otro”. Además que el mito de Eva de Lilith, dice que ella no fue sacada de la costilla de Adán,  sino que dios creó al hombre y a la mujer.  Igual hay muchos de nombre Lilith,  pero le quise dar el apellido de Bíblica.

PERSA: ¿Y tú sientes con convicción que eres esa persona?

LILITH BÍBLICA:    Es parte de mí, pero no es todo.

VASCO: Es como un arma, desde esa perspectiva, un personaje, un desdoblamiento, un alterego.

PERSA: Si pensamos en los ’70,  es como cuando un militante en la clandestinidad se ponía chapa: un Felipe que se ponía Julio y tenía toda una identidad distinta, un alterego suyo y que seguramente hubo harto de esa ficcionalización que hacían los militantes de sí mismos, creando otro personaje..  ¿podría ser una homologación de eso?

LILITH BÍBLICA: Claro, porque la respuesta inmediata es un desdoblamiento y porque lo ven desde todas partes, muchas películas. Pero es que no sé si solo pretenda Lilith, creo que hay mucho más, está Manuel Herrera, pero hay mucho más.

VASCO: A nivel de referentes: ¿Que artista conoces que estén haciendo cosas que apunten en la misma dirección que tú? Desde la prehistoria, Pedro Lemebel y Francisco Casas en la Yeguas del Apocalipsis hasta hoy en día con Hija de Perra.

LILITH BÍBLICA: En estricto rigor, no es un artista pero cuando alguien decide ir a un set de televisión, como el caso de José Carlos, da entrevistas a un diario y habla sobre la prostitución y realiza una performance mediática, un qué decir y un cómo decirlo. Hay teatralización en la forma pero no en el contenido. Para mí si es un referente. Lo recuerdo en “Más vale tarde” desafiando al heteronormativo del Álvaro Escobar, incluso a supuestos defensores de la disidencia como Rolando Jiménez o el mismo Pablo Simonetti.

VASCO: En ese sentido, ¿qué opinas de Rolando Jiménez?

LILITH BÍBLICA: Más que opinar es dar a conocer hechos: un aparente de deseo de visibilizar a toda la disidencia sexual, que solo se concreta en la visibilización del homosexual heterosexualizado, pretendiendo darle un toque de intelectualidad. En la franja de Tomás Jocelyn-Holt, por ejemplo, aparece un gay hablando con la papa en la boca, pidiendo por sus derechos y hablando sobre el “Gobierno Militar”.  Ahí el discurso se va al demonio y la lucha por la resemantización se transforma en una lucha de clases. De algún modo nosotros luchamos contra el gay de clase alta, ese que no nos permite desear, porque ese gay de la clase alta hará todo lo posible para que yo no entre en sus discos de Reñaca o de Viña y los únicos que entrarán son los travestis que han vendido su alma al diablo, aceptando que solo son objetos de sátira.

VASCO: ¿Y qué otro referente?

LILITH BÍBLICA: Hija de Perra. Hay una imagen de ella dando una conferencia en la Universidad de Chile, con Andrés bello de fondo, dándole sentido a esa frase de ocupar los lugares que nadie piensa podrías ocupar.  Además que ella misma apunta a la indeterminación. Nadie sabe qué es, oponiéndose a la clasificación de la sociedad heteronormativa. También está Claudia Rodriguez, declarada travesti, por ser algo más transgresor, pero que en rigor sería transexual.

PERSA: ¿Cuál es la diferencia?

LILITH BÍBLICA: Transexual es aquel que se siente atrapado en un cuerpo que no le corresponde, biológicamente hablando.  Ahí puede cambiar su cuerpo por procesos de hormonización y de manera – a mi juicio dramática- a través de una operación. Aunque yo propugno otra cosa.

PERSA: ¿Qué cosa?

LILITH BÍBLICA: Yo eventualmente estaría dispuesto a cambiar mi identidad, pasar a mina pero manteniendo mi pene y no implantarme pechos.

VASCO: ¿Por qué?

LILITH BÍBLICA: Porque me parece que ahí es donde uno acepta las prótesis del neoliberalismo.  Es curioso, pero si piensas en los lugares que habilitan a los homosexuales, todos nacen sobre la base de intereses capitalistas, disfrazados de under pero capitalismo al fin y al cabo. Marginales en un espacio asfixiado.
VASCO: …marginales y de visita

LILITH BÍBLICA: Sipo… es el capitalismo el que nos desprecia y al que le conviene seguir teniéndonos como marginales, como esos tontos que levantan las banderitas de la diversidad sexual y que piensan que teniendo barrios exclusivos que son lo más que hay. Finalmente esos barrios exclusivos son ghettos, que solo dan a conocer que viven en un pequeño espacio de aparente libertad.

PERSA: Un poco para finalizar… ¿vamos a conocer a Lilith Bíblica en la cotidianeidad? ¿La vamos a ver caminando por los pasillos de la U? ¿En la fila del Casino, en la biblioteca estudiando?

LILITH BÍBLICA: Mi desafío inmediato es hacerlo antes de que termine el año. Yo lo necesita, ustedes lo necesitan, bueno, no sé si lo necesitan. Ese es mi desafío para ver qué tan chorito soy. Me interesa recibir con todo, la virulencia de discriminación. Si bien la he vivido porque era amanerado, nunca me he enfrentado a que alguien me quiera pegar por vestirme de una manera.

PERSA: ¿Crees tú, por ejemplo, en comparación con el que se tatúa, que tu cuerpo es tu propio lienzo?

LILITH BÍBLICA: Bueno, en este proceso que he vivido he tratado de irme desprendiendo de eso llamado ego. Al principio mis sueños eran YO tener algún tipo de organización pero ahora sé que es más importante ser parte de una organización mayor, sin pensar en el lugar que ocupe. El cuerpo es parte de ese mecanismo de lucha, mi cuerpo está al servicio…

VASCO: ...es una zona de combate

LILITH BÍBLICA: Sipo, además que lo tapamos tanto... Es mejor que si lo mostramos, sirva para algo.

Y se me viene a la mente Lamborghini y su órgano metafórico…

“El cuerpo tiene un órgano metafórico
es el lugar de todas las transmutaciones
es el lugar poético por excelencia, el ano
en ese sentido que es el lugar
donde el niño y la niña
se encuentran todavía, subrayando todavía
sin el corte, sin la diferencia de los sexos.”

El ano como símbolo de vida, un emblema religioso en toda la amplitud del término; no el lugar yermo y esteril, el patio trasero donde se dejan los desperdicios y al que rendirían culto estos patologizados.
            Sellamos la conversación y me atrevería a decir que todos tuvimos algo sobre lo que pensar, o por lo menos yo, que recordé ese culito andrógeno que el mismo Francisco Casas –vestido de monja- comería a mordiscos,  a la María Olga de Vicente Huidobro que bien podría haber sido propuesta como Shemale  o la imagen de Oscar Wildo, disfrazado de la Reina de Inglaterra, esperando tentar a Lilith Bíblica o a Manuel Herrera en alguna esquina oscura de Playa Ancha.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

CRÓNICA DE UNA MUERTE ACOMODADA

 “Puede que nunca tenga un colega 
que necesite de mí 
pero me bastan mis enemigos 
por ellos puedo vivir”

El Perro Salvaje – LPR

Nací en 1989, año en que se desarma toda una época. Cae el muro de Berlín, muere Salvador Dalí y comienza la interminable transición a la democracia. Mi generación está determinada por la plenitud de los años 90 y los incipientes logros deportivos de un período que comenzaba a saborear las virtudes virtuales de la globalización.
Pero yo nací en una provincia, por lo que el avance y los beneficios de la aldea global fueron posteriores e incluso inexistentes. Durante la misma época inicié mis estudios en un colegio de los legionarios de Cristo, lo que convirtió mi estadía en una provincia y en un colegio del ejército de Dios en una especie de doble introexilio: una provincia que sirvió de bodega para las entidades portuarias de ese entonces -un patio trasero- y un colegio que se aislaba del acontecer y de las nuevas discusiones educacionales post dictadura.
A mis compañeros, los recuerdo con cariño. Existe una cantidad interminable de anécdotas en mi generación, hecho que atribuyo a la neurosis dentro del colegio y no a la buena onda juvenil. Nuestra salida de la burbuja fue lenta pero algo violenta. Época sana, de poca marihuana, poco alcohol, poco sexo pero de excesiva carga política, o por lo menos para mi círculo cercano. Buenos años de pingüino, marcados por la beligerancia escolar del 2006 durante el gobierno de la señora Parchelet, como le llamábamos en ese entonces, que logró alborotar la tranquila provincia de San Antonio, logrando paralizar la totalidad de los establecimientos educacionales de nuestro puerto, hecho que seguramente nunca más se volverá a repetir.
Hoy, a casi 7 años de nuestro egreso e ingreso al mundo universitario, he sido testigo del “avance” de mis compañeros. Nada personal con la figuración pública, con el materialismo moral o militancias recalcitrantes en el Neoliberalismo. Mi problema es la solemnidad, mi complicación del alma es la flema: esa apatía que trae consigo el avance material y consecuente retroceso psicológico. La anulación y desconocimiento de la voluntad de webeo de antaño es lo que me preocupa. En fin, la falta de memoria resultado de pretender vivir, de abrazar la adultez ahora sí que sí.
Yo por lo menos trabajo en lo que estudiaba hace casi 4 años, entre ayudantías, inducciones universitarias, reemplazos, clases particulares y trabajo propiamente tal. Pero todo ha seguido igual, no ha cambiado mi trato, amigos, ni aspiraciones. ¿Es que estuve estudiando junto al enemigo o es solo la obnubilación de tener fluidez monetaria?
      Quizás mi problema sea con los medios y su promoción de plataformas virtuales del parecer. Recuerdo a un primo, prevencionista de riegos, que luego de titularse viajó a Suiza a buscar pega y apenas encontró, se mostró, vía Facebook, posando con fajos de billete, a lo colono, al más puro estilo de un lanza internacional. Y es que un título profesional no es certificado de una persona educada, por el contrario, es solo un certificado de limitación (como decía Huidobro).
En mi caso, ad portas de terminar mi tesis, pero con mucha docencia en el cuerpo, creo que no accederé a un automóvil a menos que lo necesite mi familia (¿para qué? vaya a saber uno), no me fotografiaré disfrutando de las virtudes del dinero, no hablaré de mi escalada en alguna jerarquía laboral; porque no me interesa promoverme como chupa pico, porque lo encuentro Cuma, porque no lo necesito y porque creo que todo profesional, con título en mano o capacidad de ejercicio, debería ligarse a una obra social y aprovechar sus fuerza económicas para revertir el status quo, quizás por el imperativo de la generación Y, tal vez por la simple decencia de mancomunar proyectos que agiten esta pesquera maloliente que nos vio nacer.

sábado, 30 de noviembre de 2013

DE QUÍMICA ESPECULATIVA

Preludio
            Tú… no usted… tú:
                                   No me hables de estrategias si ya te acostumbraste a vivir sobre la corteza. Y más encima te compras el eslogan de la paz social. La guerra no es cuestión de opción y por lo demás, el enemigo siempre es uno mismo. De ahí, que cuando me bajo los pantalones es para levantar otras banderas y que si la tiro imprudente, sin mirar por el espejo retrovisor, es porque creo en la fertilidad y en el fútbol: me gusta que quede picando, dando bote, girando muerta sobre su propio eje (o por lo menos hasta que ella, usted, se digne acercarme una silla para este discursito discapacitado, de palabras aguadas pero intenciones claras).
            Pero tampoco es por amor al arte. Sustituir un “yo” por un “tú” cuesta más que una cara bonita. Quizás todo se resuma al trabajo editorial, a los besos que se dan a través de terceros.


Tullido y Ágrafo
            Quiero terminar lo que no acabo de empezar.
T.C.
            Resulta urgente remecer el status quo. Me niego a poner la otra mejilla, el lado B, aunque la otra nalga sería un acto de amor (pero eso nada que ver ahora). Por mi parte me siento pagado con una mirada al azar, con esa sonrisa tímida que:
            De       repente
            De       porta
            De       presiones
            Dis      tópicas
                                               Así que respóndales. Sonría y póngame fianza
                                                                                                                      Dis      curra
                                                                                                                      Dis      parando
                                                                                                                      Dis      parates
                                                                                                                      De       formes
            Y si no hay rima, no importa.
            Saque las garras, agarrando grandes grupos de Garcas
                                                                                              Grojeando gritos de gresca

            Reivindicando el espacio entre sordos-mudos
            Despotricando contra la cercanía entre ciegos
            Aunque el sentido común le duela
            aunque se pierda, aunque se hunda.
            Y si no hay rima, no importa.
            Yo le hago la segunda.


Haciendo Puntería
            La lengüeta por la cintura
            un pensamiento que fluye entre las piernas
            el mínimo roce
            es la coincidencia que me mantiene en vilo.
            ¡Alma de apostador!
            ¡Apotope!
            un estadio aleatorio que funciona al arbitrio de la paranoia
            según los caprichos del humo de la fábrica
            ¡A la que te criaste!
            De ahí la escritura
            de ahí la carita,
            resaca después de tanta adrenalina
            el malestar después de tanto correr entre muebles
            Y si no hay vergüenza
            Es porque eres mi recorrido favorito de la micro,
            La sensación de hablar frente al espejo.
            Una insinuación con ganas de herir pero a matar.
            ¿Y si no doy con la frecuencia?
            Bueno, hay cosas peores.
            No soportaría saltar al vacío
            y caer afuera.


Dando carátula
            O respondes o te escondes: clases filosofía contemporánea. Y si no hay tiempo, hagamos un sacrificio y pasemos del recreo, mira que podríamos pasarlo muy bien en el futuro.
La cosa se complica si me dices que un reloj tira más que un chiste inoportuno, que un paraguas más que una toalla. Es cierto, puede que la masturbación haya acabado con el arte pero siempre, siempre amiga mía, está la posibilidad de hacerlo en masa o de escribirnos en privado. Embarquémonos de una vez: pasemos del Hedonismo al Andinismo y todos contentos.
De lo que hablo es de amor sin comillas, con minúscula y a 100 km/h, re-re-relacionando el hipo con la tartamudez cuando son los balazos los que se re-re-repiten. Y no es que ande armado, es solo que la filosofía necesita blindarse. Traigo un saco de ideas pero no quiero maquillaje. Lo re-re-repito: voy con las manos en alto, sin machas blancas, intentando filtrar el exceso de eso.


El Ultimátum
            Acepto el reto. Como que después de todo me atrae la meteorología, ese decir sin decir. O quizás no. Puede ser que la persecución, el doble sentido y los actos de presencia se hayan convertido en un modo de vida.
Tras una mirada hay un verso
            (tal vez hasta un par)
            Versos peligrosos
            con alambre y púa,
            sellados al vacío.
            Dulces y con experticia
como tus lenguas,
            ambas:
            Esa que habita en mi pensamiento,
            la otra que está en veda.


            Y es por eso que ocurren accidentes, te pasas una luz roja y ya no sabes hacia donde vas. Si en algún costado de tu cama hubiese algún espacio para este joven menesteroso, agradecería el hospedaje. Ofrezco textos x sonrisas, al contento.
            La decisión es tuya aunque no te guste la música. Yo le llamo Sincronía: sincronía con tus cuerdas vocales, gambeteando estructuras fónicas sobre el beatbox de tus latidos.
Y declaro:
                                                no basta con tener sin pulir
            no hay compromiso sumiso                              no existe chiste sin quiste

            Y acepto el juego como quien se sienta a esperar el tren. Aunque tenga que ser una boya a la intemperie, aunque tenga que en definitiva, tomarte por asalto porque quiero puro cular y re-cular, recular, recular y recular hasta quedar seco. Es ahí cuando entiendo que las coincidencias sonoras no bastan en el amor.


Pero te regalo un ramo de flores: las flores son discurso, el ramo la retórica. Un ramo para fundar mundos en tu nombre como si el amor le exigiera pensión alimenticia a la creación. Y más que mundos son jardines y más que jardines son lugares, lugares donde acudir cuando el cielo se caiga a pedazos.


Diciembre. 2012

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Yo también fui al fronTierra


“La calor la cagó y ya me dio insolación,
una cerveza me repondría y me dejaría mucho mejor”
Ser Humano N°2 - TDG


Dentro de una espesa nube de polvo, entre juegos mecánicos y comida ABC1, se edificaron 3 estructuras monumentales: la primera destacaba por su mala ubicación, la segunda por su pésimo sonido y la tercera por su lejanía. Sin embargo, distribución, parrilla y ubicación suelen ser un dato anecdótico en este tipo de eventos high, donde la música y el vacile son lo más parecido a un concierto de música docta, escuchada por sujetos legos en la materia pero con ansias de hablar sobre dodecafonía con Stravisnky.
Asquerosa cultura Lollapaloozesca, de música con mano en bolsillo, de filas enormes en locales exclusivos de comida, de baños armoniosos con fecas armoniosas, con un pulule de rubias despampanantes y grandes mocetones nacidos en gimnasios-laboratorio, vagando a la manera de un patrón de fundo. Por lo menos hubo fuerza 8, por lo menos Salvaje Decibel y Álvaro España tuvieron un cameo en este festival de las apariencias y la sinmemoria.


¿Cómo asesinar a Felipes? No hace falta pensarlo porque se suicidan, porque se pisan la cola, porque se les notan las costuras y queda claro el porqué de su éxito y el respaldo de la crítica. Música inofensiva, considerando su crisol de Jazz y Hip-Hop, aunque con experimentos interesantes  como Comenzará de nuevo  del 2012. Música de Ghetto secuestrada con una sonrisa de oreja a oreja, en una sentencia que alguna vez Luca Prodan usó para Spinetta: rebuscados, con letras que matan pero nadie entiende. 
¿Y Tiro de Gracia en la casa? La cocaína, la comida y el Colon irritable son el karma de la música de los 90´. Regreso y despedida. Retorno de misericordia. Lo único valorable, en mi opinión de remitente, fue Lenwadura, un maestro de ceremonia a la antigua, sobreviviente de una época gloriosa institucionalizada por EMI y gestionada por Carlos Cabezas y su alter ego. Ojalá alguna pensión de gracia pueda respaldar a Lenwadura y su flacura, digna de músico del tercer mundo, sea solo consecuencia de su diabetes.
Punto aparte, los errores con los show´s, el sonido y el atraso. Punto aparte los vendedores de alcohol clandestino, piratas de poca monta que en algún momento vendieron sus últimas latas de cerveza a 3 lucas.
Jorge González, pasó de Padre a Madrina. Con una actuación simple, consecuencia –según aclaró- de no haber podido probar sonido, soltó éxitos para los que fueron lolos con ese filenismo estético, vacío, que nos tiene acostumbrados y que lo liga a la nueva música $hilena, en una postal que va más o menos así: el argentino Yáñez a su derecha, Gepe pintándose las uñas a la izquierda y el no despreciable PedroPiedra tirando tarros en su espalda. Craso error pues, creo, Jorge González debería seguir respondiendo a la línea músico-estética de Joe Strummer y no a la de esa mijita rica colorienta que es Morrisey.
Los tetas probablemente fueron lo mejor del día. Acotados, pertinentes, respetuosos con el tiempo de los otros artistas, musicalmente parlanchines. Luego vino la maquinaria Trujillana y la clásica, aunque con Álvaro España como pirinola.
A esas horas ya se necesitaba agua y asientos, pero a diferencia de otras tocatas menos concurridas, por estática, por estar clavado al suelo comiendo merengue con la canícula hardcore en el cielo. Faltaron sus wachas a la deriva, heterocuriosidad, homoseguridad, parejas accidentales, curaos jugosos, oscuridad de sucucho, excesos creadores y algún desconcierto en este concierto de voces univocas, en este sitio de suspensión de lo carnavalesco.
Rato después salió Molotov a escena y quedó la patá. Minas en pelota sobre la tarima, muchachos prendiéndole fuego a los locales de comida rápida y parejas teniendo sexo con Rastamandita, es lo que les hubiesen querido encontrar pero no fue así. Mirar por mirar. Cabecear por cabecear. Putear por putear porque puto el que no brinque el que no salte. Un buen grupo, afinado pero con una puesta en escena demasiado idiosincrática, una secuela musical del chavo del ocho, a mi parecer. A Cultura Profética no lo conocía y no me gustó, aunque su filiación con Portavoz y acompañantes fue interesante, toda vez que rompió con las expectativas de los espectadores de ópera.
Finalmente Los Fabulosos Cadillacs y su llegaba en 4 autos lujosos, cerraron un extraño y extenuante día. Con Vicentico en una rara performance, provocadora pero poco espontánea, interpretaron canciones para fanáticos especialmente del Surfer Calavera, una rareza en su línea musical pero por el cual recibieron un Grammy. Se pudo observar a Flavio sin skate versión hardcore, lo más parecido a Dee Dee Ramone con sobrepeso; a Vicentico percusionando con más ganas que coordinación y a Sergio Rotman tomando el protagonismo con el saxo.



Se sabe: en gustos no hay nada escrito. Sin embargo, la consideración de la calidad del producto en cuestión (26 lucas costaba la cochiná), o yendo más allá, la crítica legítima al diseño del espacio arroja malos resultados evidentes. Vaya a saber uno lo que podrían haber dicho los expertos: imagínense a un paisajista, imagínense a un arquitecto, imagínense a un buen organizador de eventos. Un festival fallido, poco festivo, tan improvisado como sus antecesores (El Maquinaria, por ejemplo), defectuoso sobre todo por su pretensión: ganar dinero con la gran cantidad de gente –algo totalmente legítimo en el contexto de la oferta y la demanda- pero sin prever la calidad del show en sus mínimos detalles, rasgo que repercutió además en el impacto ambiental, faltando al precepto neurálgico que se viene haciendo costumbre y ojalá no logre instalarse, como lo es esta filosofía media progre de eventos al aire libre, lo más parecido a la ley de violencia en los estadio. 

miércoles, 6 de noviembre de 2013

= Q 100pre

Lo mismo de siempre. La realidad que se traduce en signos, que se novela, que se modela en renglones perfectamente constatables. Deletrea frases novedosas en sitios eriazos. Restos de la marea alta de mi ciudad de origen, réplica burlesca de fiestas patrias (un bigoteado amparado en la efectividad de la crónica roja); una mujer muere, la suicidan esa noche en la que yo, mi Yo Lírico, Lárico, Lúdico… mi Yo Robot, sale con menores de edad: rosaditos, culiblancos y lechosos. El lobo mostrando a sus primos de vino, el color de la sangre.
Y sin embargo, lo mismo de siempre. Otra publicación perdida en el tiempo, entre las calles plastificadas, entre el papeleo de la memoria, multiplicada por las posibilidades del formato pero dividida por la cantidad de televidentes, de votantes ciegos para las próximas elecciones. Lo mismo, si consideramos que el ejercicio de la publicación, esa supuesta emergencia de la publicitaria publicación está dejando muertos por el camino, ciegos por exceso de luz, discapacitados por falta de sexo. Pastores de la escritura autómata, masturbatoria, de arenas blandas. Editores emponzoñados con el síndrome filial de Bolaño, escritores de una tradición maniaco-compulsiva de la que César Aira podría ser inspector de aduana. En fin, contaminados con esas ganas irremediables de avanzar su carro de llantos y entrar en la historia, entrechocándose.
 Así, si un joven poeta, o dicho de otro modo, un poeta joven se encuentra con el asesino de la mujer muerta más arriba, en la vereda del primer párrafo, y lo alerta  sobre una futura mala conducta, como quien trata de predecir el clima, ya no es una revelación poética o el lenguaje de los Dioses sino una simple coincidencia, pues la cantidad termina borrando las marcas de la calidad. Ahí es cuando salta la liebre y las discusiones sobre las drogas, la ficción, las relaciones humanas e incluso sobre la buena muerte. El derecho a una muerte digna, no insidiosa, no farandulizada, sin rostros desfigurados, sin marcas de manos de obrero, sin sepulcros a tajo abierto. Lo mismo de siempre a este lado del discurso.
Y en medio del caos, una mujer, una mujer que canta contra Odiseo, sirena-serena-sureña, que liga con recuerdos, por mensajes de perros callejeros, a través de lugares ocultos. Esa necesidad que caga, que atormenta, que corona los miedos, que alimenta las posibilidades de tropezar con una piedra similar, de volver a caer al mismo hoyo psicológico: una cuenca que demuestra que la inspiración siempre entra por la nariz.

 Como siempre pero no para siempre. Es en serio, es en Siria, es en serie.

miércoles, 23 de octubre de 2013

Ejercicio de Literagogía


                   
“Tener y profesar ideales puede ser un absurdo; los ideales no son hechos naturales, ni se revelan hoy a los hombres por medios sobrenaturales. En la naturaleza puede descubrirse un ideal de belleza; pero la naturaleza es una limitación que ha conducido muchas veces en la historia del arte al academismo, a la decadencia y a una necesaria rebelión. El espíritu puede captar ideales más allá del orden natural, y para expresarlos necesitamos símbolos que no se encuentran hechos en la naturaleza, que requieren el esfuerzo de la creación original,
la “energía formativa” de que acostumbraban hablar Goethe y Schiller.”
Herbert Read – Ensayos sobre Política


            Las problemáticas que suelen surgir desde los estudiantes de pedagogía en una universidad  estatal, tan permeados como validados por ella, sobre la concordancia de lo aprendido con lo enseñado, o yendo más lejos, sobre lo curricularmente aceptado con lo que se considera parte de un curriculum oculto, los lleva de manera natural a un binomio irreductible, o bien, cuando el pesimismo no es tal, a un ejercicio parasitario dentro de la estructura jerárquica, aceptando normativas y reglamentaciones muchas veces absurdas pero que sustentan y certifican esta deuda-oficio.
            Para responder a estas disyuntivas de pertinencias y a otras que puedan surgir al respecto, quisiera plantear 2 preguntas: 1) ¿Es compatible un plan riguroso de lectura crítica en las escuelas actuales? y 2) ¿Se puede incentivar el librepensamiento, el pensamiento divergente dentro de una institución que se plantea como reproductora y sostén del status quo?

            Frente a la primera incógnita, me remito a un rayado callejero de antigua data, ubicado en calle Colón, a la altura de calle Rancagua “mientras más lees, más burgués te crees”. Esta máxima que pareciera apuntar a un Nihilismo infanto-fascista, caracterizando a la lectura como síntoma del estancamiento social, de la comodidad con que viven algunos sujetos sumidos en una supuesta lectura de una agenda supuestamente cultural, no hace más que cuestionar aquel fenómeno que entendemos como “Literatura”, o de manera más amplia, lo que comprendemos por “Lectura de la realidad”.
Paulo Freire, en una enigmático discurso titulado “La importancia del acto de leer”, expone y propone estrategias para entender este fenómeno de manera más transversal. Afirma, en primera instancia, que la lectura de la realidad es un precedente necesario para la lectura de la palabra, leyendo e interpretando textos en la observación de:
 “la danza de las copas de los árboles sopladas por fuertes vientos que anuncian tempestades, truenos y relámpagos [o]; las aguas de la lluvia jugando a la geografía, inventando lagos, islas, ríos [y] arroyos”.
De ahí que lo que se juzga como objeto artístico literario, pase a ser considerado hoy como artefacto (2), un elemento dotado de voluntad simbólica y contexto, que muchas veces apunta a la colisión de valores y que sólo puede ser aprehendido en el marco de una performance o instalación literaria, con esa única y -discutible- cualidad que Derrida llama Iterabilidad, es decir, la capacidad de repetir estructuras que sean alternas.
Mi experiencia en el mundo docente, dice que la literatura es una herramienta necesaria para la enseñanza del estudiante, un catalizador de la consciencia del ser humano, ya sea por introducir nuevos imaginarios, por la sobrevivencia de la memoria, por la reinterpretación de interpretaciones impuestas o por la mera identificación del lector con la realidad reflejada. Recuerdo a mis estudiantes de segundo medio debatiendo sobre los rasgos que hacían de El Lazarillo de Tormes, una descripción fiel de lo que conocemos hoy en día como el Lanza o Flaite Chileno, aquella moda del choreo que la prestigiosa revista italiana del Grupo Benetton destaca como una de las 76 tendencias más influyentes del mundo.
En ese mismo sentido, en el universo de la interpretación, es que la lectura de textos ya clásicos como El Socio de Jenaro Prieto, Lautaro, joven Libertador de Arauco de Fernando Alegría o La ciudad está triste de Ramón Díaz Eterovic, me permitieron contextualizar tópicos e imágenes prácticamente vedadas para la educación formal, toda vez que los jueces de la literatura, epónimos de la academia patológica o de la Unidad Técnica Mecagógica, enmarcan los acontecimientos en el “folclor” de la ficción.
En el caso de Jenaro Prieto, su texto de prosa impoluta, realiza una crítica a la explotación y especulación económica de la clase empresarial, correspondencia directa de lo que conocemos hoy como casos Rigs, Bancos de Talca, prestaciones de servicios no realizados o simples montajes. Publicado en 1928, da cuenta de un contexto histórico constatable donde su protagonista, Julián Pardo, termina suicidándose debido a una disociación de personalidad y enajenación mental, acto que realizan incluso hoy en día, algunos presidarios de las cárceles más lujosas de Chile. Lo anterior, concomitancia cruda pero señal clara del fetichismo mercantil en el que vivimos.
En Lautaro de Fernando Alegría, además de hacer una recapitulación profunda y metódica de los hechos acaecidos durante la Guerra de Arauco, introduce temas tan en boga como son el problema del estado chileno con la nación mapuche, las conspiraciones políticas, en este caso la Logia Lautarina y la cuestión indígena desde todas sus aristas. Lectura totalmente práctica, repleta de una épica y grandilocuencia oculta hoy en los medios bajo consignas terroristas y de obstinación ciega.
Finalmente, en el caso del respetable detective Heredia, “el jugoso”, “el putero” del detective Heredia (cito a uno de mis alumnos), se introduce un género ideal para llamar a la curiosidad, en este caso La ciudad está triste y el juego del enigma policial: el mejor medio para estimular la imaginación e imaginario de los estudiantes, aquel acto que Freire denomina “creación y recreación de ideas”, y no solo el consumo de estas. Particularmente en este libro, sucedió que la madre de uno de los alumnos hizo sentir su molestia frente a UTP, debido a  una escena de sexo oral que se relata casi en la mitad del texto. Una escena sutil y de no más de media plana: Heredia, luego de recibir una golpiza debido al secuestro que investiga, es recogido en la calle por la bailarina de topples a la que frecuenta y ella, luego de sanar sus heridas realiza una felación de manera delicada, mezclando el deseo con la dolencia de una existencia recientemente aporreada. Para el profesor, sexo oral bien cuidado y narrativamente justificado. Para la madre del joven, falta de filtro escandaloso dentro de un colegio de oración mañanera. Habría sido vano alegar que una escena como la descrita, parece un juego de niños comparado con la música, programas de televisión, páginas de internet y métodos de cortejo de un escolar promedio. Hubiese sido soberbio apelar al desconocimiento literario de obras con rasgos, probablemente, igual de censurables: los burgueses de Mala onda consumiendo drogas (2), Ana Frank  y su despertar sexual a corta edad,  Sherlock Holmes y su cocaína al 7% (3), Horacio Quiroga y su prosa gore, Francisca yo te amo y su agresión directa contra el intelecto juvenil… Argumentos más, argumentos menos: Panadera a tus pasteles y libertad a los presos por leer.




Ahora bien, intentando saldar la segunda pregunta quisiera rescatar un libro perdido en el tiempo titulado “Papagayo de papel y Operación Coipo” de la ex militante comunista Patricia Roi Jonás, exiliada en Suecia hacia 1977, quien publica sus memorias en 1994. En dicho tratado de su vida, en la que relata desde su perspectiva la serie de acontecimientos que vivió desde el golpe de estado, adjunta notas sobre temas de interés propio, a saber: resúmenes sobre filosofía materialista, la biografía de Lenin, nociones de derecho básico como la justica, el deber, el delito; tácticas militares, su ingreso al FPMR, relatos de la segunda guerra mundial, comentarios acerca de la guerra fría, entre algunos recortes literarios. ¿Con qué objetivo? La autora aclara:
“Este relato es un trabajo de cárcel, escrito y reescrito. Este trabajo, bueno o malo, coherente o incoherente, ES MI MEMORIA. Es una memoria práctica para un constructor de partido.”
  Desde este texto, necesidad vital de la memoria, se extrae un fragmento que nos permite reflexionar sobre el segundo punto: el incentivo del pensamiento divergente dentro de una institución, depende directamente de lo que dicte la infraestructura y sus relaciones de producción, un aforismo que Carlos Marx resolvería hace muchos años (4), pero que sirve de etiqueta para el siguiente caso:

“CUESTIONARIO: AFIRMACIONES E INTERROGANTES (TEXTO QUE UTILIZAN LOS ESTUDIANTES LUXEMBUERGUESES EN SUS CENTROS DE ESTUDIOS SECUNDARIOS EN 1990)”:  
1.- ¿De dónde vienen nuestras ideas: de nuestro espíritu o de la experiencia?
2.- ¿Nos permite la sensación pasar de lo particular a lo universal? (Aristóteles)
3.- ¿Es la práctica criterio de la verdad y la realidad?
4.- ¿Están nuestros pensamientos completamente en nuestro poder? (Descartes)
5.- ¿Qué es la consciencia individual?
6.- ¿Qué es la consciencia colectiva?
7.- ¿Qué es el inconsciente?
8.- ¿La palabra es un símbolo o un signo?
9.- ¿Dicen las palabras la esencia de las cosas?
10. -¿Hay dos verdades primeras inseparables: yo pienso y diversas cosas son pensadas por mí? (Leibnitz)
11. -¿Es el pensamiento propiedad de la materia?
12. -¿El lenguaje es expresión del pensamiento antes que medio?
13. -¿Podemos pensar sin palabras?
14. -¿Cómo se explica la libertad?
15.- ¿Por qué se trabaja?
16.- ¿La moral supone sujetos libres que pueden darse a sí mismos ley?
17.- ¿Renunciar a la libertad es renunciar a la calidad de seres humanos?
18.- ¿En la medida que hay clases antagónicas, hay estado? (Lenin)
19.- ¿Qué es el estado?”

Estas disyuntivas, 65 sentencias en total, fueron recurrentes a lo largo de la educación secundaria del Luxemburgo de 1990 y no tenían otro objetivo que el de promover la duda y reflexión en los estudiantes que entraban a  la educación media, como si la consciencia del ser humano o el pensamiento paralelo fuesen requisito para su formación como entes sociales.
Así no debería extrañar que en nuestro País, la SIMCEridad del SIMCE importe más que la del estudiante, que la PSU intente determinar la inteligencia y capacidad de abstracción a través de porcentajes o que los padres conciban la educación como jardín infantil, como laboratorio de robotización en serie. Es finalmente, la comprensión del mundo y sus distintos estímulos, los que traen como consecuencia una buena adquisición de la historia de las ideas y de la experiencia lectora, en un contexto educacional planteado como zona temporalmente autónoma, con el ciberespacio como embajada, permutando ficción por virtualidad, sorteando la censura, con el copyleft como regla de oro y la  muerte del autor en andas
En fin, aceptando el advenimiento del hipertexto dentro de un contexto pedagógico autosustentado y alfabetizado contra las imposiciones del exterior, para evitar así, sucumbir ante los nuevos administradores de este local de comida rápida, de este centro de formación tétrica, de este burdel de las ocurrencias pringadas que es el estado.
Educad a los niños para no castigar a los hombres, dijo Aristóteles. Tal vez haya que educar a los padres para no seguir castigando a los profes.



REFERENCIAS

(1)       Todo artefacto por definición nace como consecuencia de una necesidad social y cultural. De ahí que todo aparato y objeto sean artefactos, pero no todo artefacto sea objeto o aparato. La inclusión de artes aplicadas, el comic, la performance, el arte conceptual y las instalaciones artísticas sustentan.
Gerard Genette, en su libro titulado “La obra de arte, inmanencia y trascendencia” (1981) señala que un elemento constitutivo básico del arte es su función estética, argumento que va en la misma línea de Kant. Sin embargo, Jean Marie Schaeffer a pesar de compartir el argumento de Genette, afirma que esa función estética puede estar presente como desaparecer, por lo que él reconoce como cualidad propia la causalidad intencional de estética. En cuanto al placer de lo estético, otro teórico que fundamenta la extensión del espectro es Herbert Read quien ha extendido el significado de la palabra ‘háptica’. de manera que hacen alusión, por exclusión, a todo el conjunto de sensaciones no visuales y no auditivas que experimenta un individuo. La interacción háptica incluye variables mecánicas, como fuerzas, momentos, dureza, etcétera,  provienentes de las características físicas de aquello que se toca, pero también de la persona que toca o que percibe.

(2)      Matías Vicuña,  protagonista y narrador de la novela, es un adolescente santiaguino de 17 años de edad que se sumerge en las drogas (marihuana, cocaína, Valium) y el alcohol por hastío.

(3)       “Durante muchos meses yo había presenciado esta operación tres veces al día, pero la costumbre no había conseguido que mi mente la aceptara”. El que habla es Watson, que pregunta: “¿Qué ha sido hoy? ¿Morfina o cocaína?”. Y Holmes: “Es cocaína, una solución al 7%. ¿Quiere probarla?”. Watson rehúye. (En “El signo de los cuatro”, segunda novela de Conan Doyle)

(4)       La contradicción que Marx marca se origina cuando el trabajo es propiedad de la clase proletaria y los medios son propiedad de la clase capitalista; por lo que el trabajo humano se convierte en una mercancía más, que cae dentro de las leyes del mercado. La relación entre el propietario de los medios de producción y el trabajador está en la base del entramado social, y permanece oculta. Es la infraestructura.
La superestructura es el montaje jurídico-ideológico-religioso para justificar una determinada estructura económica. La superestructura tiende a perpetuar la estructura, pero las relaciones de producción, que se dan a nivel de infraestructura, cambian, y este cambio obliga a cambiar también la superestructura, que debe buscar otros criterios de justificación distintos. (En el prólogo de “Contribución a la crítica de la economía política”, 1859).






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